ESTA NOCHE. A FONDO: ZONA CERO dos reportajes sobre comportamientos al límite: manías, obsesiones y enfermedades


A FONDO: ZONA CERO dos reportajes sobre comportamientos al límite: manías, obsesiones y enfermedades

Antena 3 emite este jueves, después de Antena 3 Noticias 2, dos reportajes sobre los comportamientos al límite de personas que sufren una enfermedad, como el trastorno obsesivo compulsivo (T.O.C.) o la narcolepsia, o de aquellos que actúan como ‘locos temerarios’ al volante. El primero, titulado “Atrapados”, muestra el día a día de personas afectadas por el T.O.C. (trastorno obsesivo compulsivo) y por la narcolepsia. Tanto unos como otros han sentido la burla, el rechazo social , la soledad y la incomprensión.

Cómo dejar de Pensar

OBSESIONES Y OTROS RITUALES


http://ichokozak.blogspot.com/2009/02/obsesiones-y-otros-rituales.html
OBSESIONES Y OTROS RITUALES
Hay una tendencia en los trabajadores de la salud, a medicar o quitar importancia o a negar, los síntomas de las neurosis, en cuyo caso se está prescindiendo de lo que se denomina: "forma aparente", es decir, el modo de presentación, el texto manifiesto de los síntomas.
Quiero señalar, que el psicoanálisis, nos dice de los síntomas: su apariencia no es su realidad, pero dedica especial atención al relato manifiesto de sueños y síntomas y es más, es la primera vez que se establece que toda manifestación neurótica, una vez procesada psicoanalíticamente, tiene un sentido y se halla estrechamente enlazada ,a la vida psíquica del sujeto en el que se manifiesta.
La neurosis obsesiva y la histeria han sido, entre las formas de neurosis, aquellas en que más se ha trabajado. Especialmente, la primera de dichas formas, que no conlleva en general, aquella misteriosa extensión de lo psíquico a lo somático, característica de la histeria; ha sido, como digo, minuciosamente investigada, demostrando que presenta con gran precisión, determinados rasgos propios de la neurosis.
A veces, los actos más elementales o necesarios, tales como ir a dormir, lavarse, leer, escribir, vestirse o salir a pasear, se convierten en problemas complicados, apenas solucionables.
Las representaciones, impulsos y actos que pueden ser considerados patológicos, o como formas de vida o de justificación, no aparecen combinados en idéntica proporción, como es lógico, en cada caso y forma, pues en general, es uno solo de estos factores, el que domina la escena, pero todos los ejemplos, tienen innegables rasgos comunes.
Se pueden encontrar manifestaciones, impulsos que resultan extraños, ajenos a lo que quien las padece pueda considerar como parte de su personalidad; alguien puede sentirse obligado a realizar actos cuya ejecución no le proporciona placer alguno, pero no puede evitarlos y su pensamiento se halla invariablemente fijado a ideas alejadas de sus intereses normales. Tales ideas(representaciones obsesivas),pueden carecer por sí mismas de todo sentido, o ser indiferentes a quien se le imponen; lo más frecuente, es que aparentemente, sean totalmente absurdas. De todas maneras y cualquiera que sea el carácter que presenten, constituyen el punto de partida de una intensa actividad intelectual, a veces, agotadora, que suele conducir a cavilar incesantemente, alrededor de tales ideas, como si se tratase de los asuntos personales más importantes.
Los impulsos que el neurótico experimenta, pueden presentar, un carácter infantil y desatinado, pero la mayoría de ejemplos, poseen un contenido temeroso, muchas veces, como incitación a cometer graves crímenes, de los que huye con horror, instalando defensas contra la tentación, por medio de toda clase de prohibiciones, renuncias y límites. Por ejemplo, contar una serie de objetos para evitar que algo muy malo le ocurra a un ser querido.
Quiero destacar, que tales "crímenes" y "malas acciones", no llegan ni siquiera a iniciarse, son desconocidos para el sujeto; generan un sentimiento de culpa inconsciente y en la generalidad de casos, la fuga y la prudencia acaban por imponerse, no sin sufrimiento.
Los actos obsesivos, consisten en repeticiones, ornamentaciones ceremoniosas de los actos corrientes de la vida. Se trata ciertamente, de una singular dolencia y no debemos subestimar la cuestión, suponiendo que se puede contribuir al alivio, aconsejando distracciones o que se desechen tales ideas por absurdas y se piense en su lugar, en cosas agradables, como comerse un helado u oler perfumes que recuerden a la infancia para, supuestamente, aumentar la autoestima o curar el insomnio.
El propio interesado, ya quisiera hacer aquello que se le aconseja, porque suele presentar una perfecta lucidez, comparte la opinión sobre sus síntomas obsesivos e incluso los comunica espontáneamente; pero nada le es posible hacer por sí mismo para cambiar el estado de cosas.
Los actos, que la neurosis obsesiva, impone al sujeto, se hallan sostenidos por una fuerza, para la cual no se encuentra comparación alguna en la vida normal.
Estas personas tienen una tendencia a repetir determinados actos, aislándolos de los restantes de su vida cotidiana y con un ritmo diferente. Anulan o niegan conexiones y son un buen ejemplo de aquel refrán que dice: borran con el codo lo que escriben con la mano.
La mayoría muestra un excesivo afan de limpieza, orden y control en sus dominios.
En otros casos, como pueden ser los que padecen agarofobia(miedo a espacios abiertos), dolencia que no entra en el cuadro de la neurosis obsesiva sino en el de la histeria de angustia, se reproducen en sus manifestaciones con una monotonía llamativa: muestran idénticos rasgos y sus opuestos: miedo a lugares cerrados, a grandes espacios descubiertos y a calles y avenidas que se extienden hasta perderse de vista, creyéndose en cambio protegidos, al ser acompañados de alguien conocido u oyen el ruido de un automóvil.
Lo interesante, es que cada caso es único. Si en un caso de histeria, se enlaza un síntoma con un suceso personal o una serie( como puede ser vincular vómitos con impresiones que generan repugnancia) en otro caso la interpretación puede conducir a otra serie de representaciones. Los síntomas tienen causas que no están a la vista y los datos históricos aportados, son encubridores, utilizados por la retórica en cuestión.
Unos temen a las calles estrechas y otros a la anchas; unos no pueden andar por la calle sino cuando hay poca gente, y otros sólo se sienten seguros en la multitud.
El sujeto, padece un proceso con el que no puede hacer otra cosa que desplazar o sustituir su obsesión, reemplazando una idea absurda por otra que no presente esa impresión, cambiando de prohibiciones o variando su ceremonial.
Esta capacidad de desplazamiento de los síntomas, desde su forma primitiva a otra muy alejada, constituye uno de los rasgos de la neurosis obsesiva, afección en la cual se encuentra, la singular circunstancia de que las contradicciones afectivas que llenan su vida psíquica, se muestran particularmente acentuadas.
Junto a la obsesión de contenido positivo o negativo, vemos aparecer en el terreno intelectual, un estado de "duda" que se extiende como una perpetua indecisión, lo cual acarrea no pocas contrariedades. Esta situación resulta muy engorrosa, y suele tratarse de personas de carácter energico, de gran tenacidad y alto nivel intelectual. Presentan además, disciplina moral llevada hasta el escrúpulo y extrema correción en sus supuestas relaciones.

Las obsesiones son recurrentes y persistentes ideas, pensamientos, imágenes o impulsos que pueden causar una gran cantidad de ansiedad o angustia


http://www.taringa.net/posts/salud-bienestar/1924603/Trastorno-obsesivo-compulsivo.html
Las obsesiones son recurrentes y persistentes ideas, pensamientos, imágenes o impulsos que pueden causar una gran cantidad de ansiedad o angustia



El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) esta relacionado con la ansiedad, que afecta alrededor del 1 a 2% de la población. Los síntomas del TOC implican obsesiones que llevan a la compulsión. En respuesta a las obsesiones, las personas con TOC tratan de deshacerse de ellas por medio de compulsiones o actos que realizan una y otra vez y, a menudo, de acuerdo a determinadas normas personales. También llamadas rituales, las compulsiones son generalmente destinadas a prevenir o reducir la angustia y la ansiedad, o para prevenir algunas situaciones de temor.

Las obsesiones y compulsiones pueden tomar muchas formas. Algunos ejemplos incluyen: Las personas que temen o están obsesionados con los gérmenes, los cuales suelen lavarse las manos repetidamente durante todo el día después de tocar los posibles "gérmenes", como manijas de puerta, el dinero, o los periódicos. A menudo, sus manos están adoloridas debido al jabón o detergente que utilizan en el lavado, pero no pueden dejar de hacerlo. Otros podrían estar obsesionados con el orden y la limpieza, compulsivamente organizan los elementos en un orden particular, o limpian su casa muchas veces al día. Quienes temen robos, incendios o inundaciones pueden comprobar en repetidas ocasiones las cerraduras de las puertas, los quemadores de la estufa, y los grifos para asegurarse de que sus hogares están seguros. Con el paso del tiempo, tales acciones repetitivas suelen verlas cada vez menos eficaces, y las personas pueden experimentar la ansiedad y la depresión a menudo en respuesta a las crecientes obsesiones y compulsiones.

Además de causar una gran cantidad de estrés, los síntomas pueden durar mucho tiempo, y puede interferir significativamente con el trabajo, la vida social, o las relaciones. Este trastorno puede ser un problema difícil, pero afortunadamente, hay tratamientos muy eficaces para ayudar a las personas y las familias a llevar una vida más satisfactoria.

Causas del TOC

No hay una sola causa. Sin embargo, hay crecientes evidencias de que los factores biológicos son un principal contribuyente en la enfermedad. Las investigaciones sugieren que el TOC implica problemas en la comunicación entre la parte delantera del cerebro (la corteza orbital) y las estructuras más profundas (los ganglios basales). Estas estructuras cerebrales se comunican entre sí mediante el uso de la serotonina, un mensajero químico. Es posible que la serotonina juega un papel importante en el desarrollo o mantenimiento de la OCD. Otros factores que influyen en el trastorno pueden ser psicológica, familiar, social y cultural, pero no está claro si causa la enfermedad.

¿Cómo afecta el TOC a los miembros de la familia?

Los miembros de la familia a menudo se sienten confundidos y frustrados por los síntomas de TOC. Ellos pueden tener dificultad para comprender el comportamiento exagerado visto en una persona con TOC, y se puede pensar que la persona se está comportando extrañamente a propósito o que él simplemente ha "perdido su mente ". Es comprensible que a la familia se le haga difícil hacer frente a los comportamientos observados en el miembro con TOC y pueden no saber cómo manejar la situación. La familia puede reaccionar negativamente hacia la persona, posiblemente causando el estrés marital. Con el fin de evitar y/o tratar adecuadamente las reacciones de la familia, es muy importante para los miembros de la familia aprender acerca de este trastorno, incluidos sus síntomas, causas y tratamiento. Las familias deben educarse a sí mismos acerca de la enfermedad, y así pueden contribuir al éxito de tratamiento de la persona con TOC.

Tratamientos están disponibles para el TOC

Existen varios tipos de tratamientos eficaces para las personas con TOC y sus familias. Los tipos más comunes de los tratamientos son los siguientes:

Terapia cognitivo conductual:

Este tratamiento consta de dos partes: la terapia de comportamiento cognitivo y la terapia. La terapia conductual incluye la exposición y prevención de respuesta. La exposición está diseñada para reducir las emociones negativas (ansiedad y la culpa) provocado por las obsesiones. Se basa en la idea de que la ansiedad por lo general disminuye después de un largo contacto con lo que se teme. Por ejemplo, las personas con obsesiones acerca de los gérmenes se recomienda permanecer en contacto con "gérmenes" u objetos que los contengan, tales como dinero. Esta exposición repetida sin rituales ayuda a las personas a comprender que entrar en contacto con determinados objetos o situaciones no conducirá al temor en este caso.

La segunda parte es la terapia cognitiva:

A menudo es combinado con terapia conductual para ayudar a reducir el pensamiento catastrófico y exagerado sentido de la responsabilidad a menudo visto en el TOC. En la terapia cognitiva, el terapeuta le hace a la persona una serie de preguntas para ayudarle a identificar y evaluar las creencias que conducen al trastorno, y al comportamiento típico. Una vez que estas creencias son identificadas, el terapeuta utilizará una variedad de estrategias para ayudar al cliente en impugnar las hipótesis erróneas que se ven en el TOC.

Tratamiento del comportamiento familiar:

Siempre que sea posible, es útil para los miembros de la familia participar en el tratamiento. Los miembros de la familia y las personas con TOC ambos tienden a beneficiarse cuando los miembros de la familia participar en grupos psicoeducativos. Estos grupos educan a los miembros de la familia y proporcionan estrategias que la familia puede utilizar para ayudar y apoyar a miembros con este trastorno.

Medicamentos:

La investigación muestra que el uso de la medicación, en concreto inhibidores de la recaptación de serotonina (SRIs), es beneficiosa para el tratamiento del TOC. La mayor parte de la investigación pone de manifiesto que la medicación por sí sola no es suficiente, pero reduce la fuerza de las obsesiones e insta a participar en rituales (por ejemplo, el exceso de lavado de manos), lo que permite a la persona con TOC a tener más control sobre sus pensamientos y comportamientos.

¿Cómo puede un terapeuta familiar ayudar?

Los terapeutas están entrenados para ayudar a las personas, parejas y familias con una variedad de temas clínicos, incluido el TOC. Un terapeuta evalúa cuidadosamente las condiciones de la persona para saber cual tratamiento, de los antes citados, será el más adecuado y beneficioso. Un terapeuta familiar también fomentará a la familia a participar activamente en el tratamiento en una variedad de formas, incluida la participación en un grupo psicoeducativo. Si la medicación es necesaria, el terapeuta lo referirá a un médico que puede guiarlo para determinar qué medicación es la más adecuada a tomar. A menudo, el terapeuta familiar y el médico trabajan juntos para coordinar y llevar a cabo el tratamiento de la persona con TOC. De este modo se garantizará que la persona recibe el mejor trato posible.

extracto de el mundo de los miedos


http://209.85.229.132/search?q=cache:f5_O1PD2uVMJ:www.escuelasistemica.com.arhl=es&
EL MUNDO DE LOS MIEDOS

11
síntomas. Por otra parte, el síndrome obsesivo-compulsivo se caracteriza por las
obsesiones. Las obsesiones son ideas, imágenes recurrentes e impulsos que al comienzo
se viven como carentes de sentido. En la medida que persisten, la persona puede llegar a
darse cuenta que estas ideas son producto de su propia mente e intenta suprimirlas
negándolas, ignorándolas o neutralizándolas con otro pensamiento que las interfiera.
Otra de las particularidades de este síndrome son los actos compulsivos. Se trata
de conductas repetitivas que se hallan relacionadas con las ideas obsesivas y tienden a
ser estereotipadas y rígidas. Las compulsiones tienen por objetivo evitar la angustia que
originan las rumias obsesivas, si bien la persona puede razonar y admitir que sus
comportamientos son exagerados e irracionales. En estos actos, el paciente se encuentra
entrampado en un juego que no logra dominar. El trastorno se caracteriza por un florido
repertorio de rituales. Este ritualismo, forma parte de los actos compulsivos que se
sistematizan en pos de anular las ideas obsesivas que torturan al protagonista. Mientras
tanto, la duda y las inseguridades avanzan lapidando la identidad de la persona y
coartando cualquier posibilidad de salida.
El uso de la libreta consiste, nada más y nada menos, que en la compra de una
libreta del tamaño del bolsillo trasero del pantalón. Preferiblemente con espiral, lugar
donde se colocará un bolígrafo enganchado. A partir de la prescripción, la libreta se
convierte en una especie de apéndice de la persona. Donde vaya irá con su libreta.
La finalidad remite en transcribir, ideas, sensaciones, emociones, reflexiones, etc.,
en determinadas oportunidades consignadas por el terapeuta. Probablemente, en el
preludio de un ataque de pánico o frente a la proximidad del objeto fobígeno, o de cara a
la compulsión de un determinado ritual, el terapeuta indicará que la persona en ese
momento deberá redactar una serie de elementos pautados por él. Fecha y hora,
descripción del contexto, por ejemplo, el lugar donde se encuentra (casa, trabajo, estudio,
etc.), lugar del lugar (una habitación, patio, baño, etc.), cómo estaba vestido, quiénes eran
las personas que lo acompañaban, etc. Además, colocará qué es lo que sintió (en
términos de las emociones), hasta donde de la cadena sintomática llegó (por ejemplo, que
discrimine cuáles fueron los síntomas que se enlazaron), reflexiones acerca del momento,
etc.
Este ejercicio provoca que la persona -pendiente en activar, por ejemplo, el miedo
al miedo que escata la llave hacia un dominó sintomático- registre por escrito ese
momento crucial. En la mayoría de las oportunidades, este corrimiento de foco anula tal
llave de acceso a la sintomatología. Razón, por la que el paciente disminuirá
Page 12
12
indefectiblemente sus conductas anómalas; de esta manera y para su sorpresa, tiene
poco que escribir de sus síntomas.
La libreta y lo que se deberá redactar en ella, genera esa distracción momentánea
tan buscada por el terapeuta con relación a desestructurar la cadena sintomatológica. El
hecho de que la persona -cuando detecta el prolegómeno de sus comportamientos- deba
buscar en su bolsillo la libreta, en principio, la conecta con un primer estímulo ideacional y
una acción inesperados para la secuencia de síntomas. En un segundo momento,
después de semejante alteración, deberá observar su reloj y escribir hora y día, mirar el
lugar donde se encuentra, cómo está la postura de su cuerpo, la gente de su entorno, etc.
En síntesis, una serie de estímulos en donde fijará su atención y generarán la desviación
suficiente para alterar la recursión de las conductas. De allí, la posibilidad de socavar la
dependencia creada y sistematizada de sus síntomas, dependencia que lo anulan como
persona disminuyendo -cada vez en mayor proporción- su autoestima, abriendo y
reforzando nuevos accesos sintomáticos.
Por otra parte, más allá del trabajo de inducción ericksoniana que hace falta para
instruir acerca de los pasos de la prescripción, no resulta (como en las prescripciones de
síntomas) una confrontación a la lógica racional, por ende, en principio no se hallan
resistencias en aceptar las acciones a realizar. Después, se corroborará si en las
acciones concretas se compra la libreta y se desarrolla la tarea.
La prescripción aparenta remitirse al simple registro de las sensaciones y
reflexiones sobre los síntomas, bajo el pretexto que el terapeuta necesita de un registro
más exhaustivo. Sobre esta premisa, no se altera el sentido común como en el resto de
prescripciones paradojales, pero sí se ocultan los verdaderos fines que refieren a la
desviación del foco habitual.
Las manos ajadas de Javier
Javier no quiere, pero es más fuerte que él. Todos los días se levanta a las 7 hs.
para ir a su trabajo y desde ese momento cada 20 o 30 min. acude al baño solamente a
lavarse las manos. Pero no solamente en la vigilia, también de noche de acuerdo al
cansancio se levanta un mínimo de 5 veces a repetir su ritual.
Sus manos se hallan cuarteadas y lastimadas, ajadas y resecas, tiene manos de
viejo a pesar de sus 25 años, ya que lleva 13 meses en estas compulsiones. En este
tiempo, ha mejorado sus métodos de limpieza y esterilización: utilizó diversos tipos de
jabones, detergentes, lavandinas, detergentes industriales, alcohol, etc.
Page 13
13
He intentado de todo para no lavarme de esta manera, dice. Entre las
posibilidades de solución, Javier ha consultado a médicos clínicos, psiquiatras,
neurólogos, curanderos. Ha apelado a consejos de amigos y familiares y él mismo
mediante las conocidas frases de No voy a hacerlo / Voy a poder / No lo tengo que hacer
y otras de igual calibre. Cuanto más de estas estratagemas, más del efecto contrario al
que se pretende, o sea, más de lo mismo.
Después de realizar una minuciosa exploración de los síntomas, el terapeuta le
indica:
T: Javier, veo que usas jeans...
P: Sí, (con cara de desconcierto)
T: Vas a comprar una pequeña libreta del tamaño del bolsillo trasero de tu pantalón... que
es más o menos del tamaño de tu billetera. Principalmente trata de comprarla con espiral,
así puede prender allí tu bolígrafo. ¿Comprendido?, una libreta con las tapas del color que
deseas, con las hojas a rayas, cuadriculada, sin nada, con páginas blancas o de colores,
en síntesis la que tu deseas..., ¿está claro?...
P: ¡Ajá!.
T: Escucha bien, cada vez que sientas ganas de lavarte las manos, cada vez, cogerás la
libreta y tomando el boli con la mano derecha, ¿eres diestro no?
P: Sí...
T: En ella va a escribir día, hora, con qué camisa o jersey te encuentras vestido, y en qué
lugar te Hallas..., pero específicamente, si es tu casa en qué lugar, living, dormitorio, baño
y en qué sector de cada lugar estás... Cada vez, entonces que te sobrevengan lo
síntomas que discriminamos, cada vez, tomarás la libreta y redactarás en orden cada
cosa que te he pedido.
El terapeuta, precisará con detallismos e implementando el lenguaje inductivo
hipnótico cada uno de los pasos del proceso, dibujando y anclando las imágenes
anticipatorias. También puede aplicarse el término ritual de la libreta. Hablar de ritual es,
en este caso, utilizar el mismo lenguaje del paciente, es permutar el ritual obsesivo por el
ritual de ruptura del ritual.
Es frecuente que el paciente (sorprendido) obtenga como resultado que, de cara al
intento de registro de sus accesos a lavarse, no pudo continuar con la tarea puesto que
disminuyeron en forma progresiva sus compulsiones.
La libreta y el acto de registro, entonces, implica desviar el foco de atención (sus
compulsiones) en el cual se centra la persona. Puede llegarse a la anulación del síntoma,
Page 14
14
ya sea porque han disminuido los accesos por desviación sintomática o porque se logró
desarrollar el acto compulsivo y pudo registrarse lo indicado por el terapeuta. En pasos
posteriores, se intentará controlar las conductas mediante el reducir su frecuencia.
La misma libreta, puede utilizarse para registrar porcentajes de aparición del
síntoma en cada experiencia. Por ejemplo, luego de cada prueba se otorgará un
porcentaje o puntaje de 0 a 100% acerca de cuánto aparecieron las sensaciones que
componen la cadena sintomática. De esta manera, se logra llevar un control de los
adelantos y retrocesos de la persona en el proceso de tratamiento. Pero este registro
tiene una doble función: le sirve al profesional para ver cuán efectivas son las estrategias
aplicadas y para el paciente (si mejora), el puntaje es una connotación positiva en sí
misma que lo alienta a continuar progresando.
Todas las combinaciones de prescripciones e intervenciones, se establecerán con
la mayor de las libertades. Dependen de la tipología del paciente y de terapeuta, modelo
de trabajo, contexto, historia, interacción, etc. Además, cualquiera de las asociaciones de
técnicas y estrategias muestran la creatividad del terapeuta, en contra las rigideces.
Todos los ejemplos que mostramos, pueden traducirse a la acción terapéutica pero con el
suficiente criterio del profesional. Reiteramos, son solamente un camino, una orientación o
guía, pero de ninguna manera constituyen fórmulas matemáticas.

Nuevos aportes a la comprensión de mecanismos obsesivos


Nuevos aportes a la comprensión de mecanismos obsesivos
http://www.cop.es/colegiados/A-00512/obsecop.html

Reprodución del trabajo presentado en las
II Jornadas Aragonesas de Psicología de Octubre de 1993
Autor: Jose Luis Catalan Bitrian
Palabras Claves: PSICOTEEAPIA OBSESION

La simulación de conducta por métodos artificiales para la construcción de servomecanismos, sensores y sistemas expertos en la toma de decisiones, han reforzado poderosamente la idea de que la conducta se reorganiza jerárquicamente con subsistemas de relativa autonomía y autocontrol (1).

Esta idea jerárquica de la organización de la conducta está de acuerdo con la hipótesis piagietiana de las habilidades sensorio-motrices que constituirían la base de la acción más compleja.

La mayoría de las obsesiones se centra más en requisitos básicos para llevar a cabo un propósito que en el hecho de que éste último fuese problemático. Es más atasco en el manejo de medios que en el establecimiento y sostenimiento de finalidades.

Si consideramos las rutinas básicas adquiridas como servomecanismos inducidos por acciones más complejas, la conducta obsesiva se nos aparecería como el caso de un programa mal diseñado cuyas condiciones de éxito difícilmente se cumplen, entorpeciendo por esta razón la fluidez del curso de la acción.


El fracaso en el cierre del acto


La pragmática del acto intencional (2) cuenta con tres momentos básicos en los que un acto se inicia, desarrolla temporalmente su curso realizativo y finaliza (querer-hacer, hacer y haber-hecho).

El momento de inicio de un acto, sobre todo si pensamos en actos rutinarios al estilo de anotar un número o apagar un interruptor, se establece por esquemas organizativos de clase superior (siguiendo los ejemplos anteriores, podrían tratarse de anotar una dirección o salir de casa).

El momento de finalizar un acto consiste en realizar una evaluación rápida acerca de si se han cumplido las condiciones de satisfacción para ese acto.

El fracaso del cierre del acto se da en la obsesión por:

- deslizamiento conceptual de objetivos y condiciones
-inseguridad de haber realizado otra operación distinta o contraria
-inseguridad acerca de si algo ha sucedido realmente o si se trata de un recuerdo engañoso
- inseguridad de que haya pasado desapercibido un error
- inseguridad de que el cerebro esté funcionando correctamente

Se pueden entender estos casos de fracaso del acto no tanto como falsas percepciones cuanto temores que apuntan a una desconfianza acerca del funcionamiento mental.


Transgresión de categorías cognitivas convencionales


Las máquinas de traducción automática están forzando a la lingüística y a las ciencias cognitivas en general al estudio de cómo ser organiza el conocimiento, de forma que pueda ser expresado en diferentes lenguas naturales (3).

Las dificultades de elaborar las ambigüedades del lenguaje y establecer cómo se organiza el conocimiento han ido poniendo de manifiesto el papel del contexto, la categorización y la tipicidad semántica (4).

La relevancia que posee alterar los prototipos cognitivos del significado de /limpio/, /ordenado/, /seguro/, etc. puede tener graves implicaciones en la conducta obsesiva.

Así, por ejemplo, cuando se entiende por suciedad no sólo las manchas visibles o el tacto pegajoso de la mano, sino también una suciedad invisible o una falta de brillo o blancura de la mano que conducirán a que se produzca una evaluación de fracaso de la conducta de lavado.


Y si..


Los algoritmos utilizados para controlar la conducta básica forman parte del aprendizaje de esa conducta y por lo general funcionan de forma transparente al sujeto. No obstante aun la conducta más simple puede ser problematizada y ello conduce a interferir su curso espontáneo.

Se supone que hemos aprendido a caminar correctamente, a utilizar las posturas corporales adecuadamente, a utilizar el lenguaje de una forma bien construida y, en fin, todos los recursos operacionales que nos entregan datos y maniobran nuestro cuerpo según nuestro deseo.

Pero en la obsesión, el sujeto se plantea una profunda desconfianza y actúa como si el cuerpo se fuera a rebelar y conducirle a las más siniestras situaciones. Este temor es el motor de un conjunto variopinto de sospechas (y si tuviera un impulso asesino.., y si me hubiera dejado la llave de gas abierta...)

Conforme se practica la desconfianza aumentan la frecuencia e intensidad de las sospechas, la vigilancia y toda suerte de mecanismos de control. Se llega al punto en el que lo que teme el obsesivo y lo que hace para defenderse de ese temor, entran en tan íntimo comercio que producen una confusión gradual y una penosa inseguridad sobre la calidad de su rendimiento.


Supuestos pragmáticos


La pragmática ha estudiado el papel que cumplen ciertos supuestos conceptuales que no necesariamente están explícitos pero que proporcionan el contexto en el que la conducta se hace inteligible (5).

Beck (6) ha explotado en su análisis de la depresión los "supuestos depresógenos". De igual modo podríamos hablar de supuestos obsesivos cuya detección y análisis pueden jugar un papel decisivo en la psicoterapia.

.La idea de que la obsesión es algo así como la introducción de una locura que está generando.
.El control es imposible, por lo que iniciado un impulso no hay forma de parar bajo pena de arrastrar las más peligrosas consecuencias.
.No hay participación voluntaria en la ideación obsesiva.

En ocasiones los supuestos se mezclan con ideas supersticiosas y/o acientíficas con las que el sujeto se justifica


¿En qué puede fallar mi cerebro?


Podemos aspirar a la realización de deseos complejos siempre que podamos confiar en nuestro bagaje de recursos disponibles. En la obsesión, muy ligada a procesos depresivos, existe una notoria visión reducida de la imagen propia, instalándose creencias de auto-ineficacia e indefensión que hacen aparecer inquietantes hipótesis de un mal funcionamiento psíquico.

Estos temores suscitan a su vez conductas defensivas.. Una búsqueda extraordinaria de seguridad acaba interfiriendo en conductas de naturaleza semiautomática que funcionan óptimamente en un régimen de desatención.

Los lenguajes de inteligencia artificial suelen presumir de poseer cualidades no procedurales, es decir, trabajan con múltiples soluciones. Mientras que una pregunta de tipo precedural se conforma con la primera respuesta correctaun_dato_correcto(X) - X=A

una pregunta de tipo no procedural busca agotar todas las respuestas posiblesun_dato_correcto(X)- X=A,B,...Z

Cada vez que se necesita sacar una conclusión, utilizando el último tipo de preguntas, se establecería una diferente para cada uno de los diferentes puntos de partida.

Esta conducta exploratoria es similar a las sospechas y temores obsesivos cuya pregunta es:que_podría_estar_estar_fallando(X) - A,B,... Z

La conducta exploratoria es adecuada bajo ciertas circunstancias, pero suele ser ineficaz cuando más que explorar lo adecuado es utilizar una rutina ya comprobada en la historia del aprendizaje.


La creación de lo temido


Hay un mecanismo de especial peso en el mantenimiento y crecimiento de las obsesiones, y es aquel por el cual el sujeto pretendiendo exorcizar lo temido lo crea con sus exceso de celo.

Esto es lo que viene a suceder si se tiene miedo de que aparezca un impulso asesino y al sujeto no se le ocurre cosa peor que coger fuerte un cuchillo para que "no se escape", o temiendo quedar "enganchado" a una idea horrorosa que ese mismo temor encienda la mecha de la primera vez que lo hace.

En este mecanismo magnificador del miedo el sujeto parece ir hacia lo que teme empujado por algún tipo de fuerza imposible de controlar, excitando el miedo como una liebre que corriera tras una zanahoria que se ha colgado ella misma ante la cara, o mejor aún, como una de esas estructuras recursivas autogeneradas y autoperpetuadas que Hofsttadter (7) nos ha mostrado.

El desfallecimiento ante la idea de estar sucumbiendo parte de:

.la premisa de estar desarmado

.de la confusión entre lo que provoca y lo que interpreta como acaecido sin su consentimiento (v.gr. producido por trastorno cerebral)

.de lo que tiene de prueba de descontrol el fracaso del control habido hasta ese momento (la imposibilidad de cambiar una vez que se ha empezado mal).


Causalidad mágica y superstición


La tremenda sensación de vivir en una pesadilla que pueda terminar en tragedia propia o de algún allegado viene acompañada de la dependencia de un ritual cuyo cumplimiento evita o provoca la maldición.

Se pone preferentemente el énfasis en la de seguridad que proporciona el ritual y se desatiende la precaución previa de asegurarse de la realidad del peligro.

El sujeto se pregunta a sí mismo que podría ocurrir de malo y el cerebro responde con la misma diligencia que si se le hubiera pedido una lista de palabras que empiecen por 't' y terminen en 'a'. Para asombro del obsesivo, que espera que ningún suceso horrible pudiera surgir en ese momento, el cerebro le responde con A, B... Z diabólicas posibilidades.

El coqueteo con los posibles terrores antes los que uno se sentiría impotente tiene la virtud de irrealizar la indefensión del sujeto ante sucesos potenciales, le provoca suficiente ansiedad como para titubear, dar un paso en falso y dudar en exceso de su seguridad.

El abuso (adicción) del estudio de posibilidades aciagas que podrían suceder se convierte en un hábito contraproducente.

Cuanta más excesiva seguridad instala el obsesivo para evitar lo fatídico más un fatídico artificialmente poderoso vence imaginarias debilidades e indefensiones, desafiando poco a poco al triunfo de la acción cotidiana con la sombra de la sospecha.


Puntos claves para una psicoterapia de la obsesión


El considerar la obsesión como una especie de temor (dirigido fundamentalmente al propio funcionamiento mental o a la capacidades de desarrollar la estructura básica de la acción) sugiere el tipo de estrategia a seguir:

.exponer al sujeto a lo temido, esto es, aquello A,B,...Z que sucedería si no hiciera A1,B1,...Z1.

.preparar con recursos de control de la ansiedad para el momento en el que realice la exposición.

.elaborar la naturaleza de la obsesión ( oponer miedo a ataque de locura)

.clarificar los mecanismos concretos que han mantenido y acrecentando las obsesiones (los enumerados en los epígrafes anteriores y similares)

.en la medida que se tengan datos suficientes, explicar la historia genética de los síntomas con el fin de impedir la especulación de un origen genético, enfermedad mental, contagio, etc.

.realizar pruebas empíricas de que el sujeto posee control voluntario sobre la conducta (deshacer la quimera de la voluntad perdida) eligiendo para ello:

-ramificaciones menores y más sencillas de abordar -generalmente las más recientes o nuevas-
-técnicas de conducta paradójica
-técnicas de manipulación de la atención

.clarificar las categorías típicas que rigen normalmente el acto particular elegido por la obsesión (v.gr. que podemos entender por /limpio/, /seguro/, /correcto/ etc.) con toda suerte de ejemplos, demostración ad absurdum, y exposición minuciosa de argumentos.

.Discriminar la conducta de "sospechar", de forma que el sujeto tenga clara conciencia de cuando lo hace, qué efectos tiene, y por qué razón debería renunciar a ella. Las sospechas por lo general versarán sobre especulaciones que comienzan con el "y si...".

.trabajar las relaciones del nivel de ánimo/inseguridad, propiciando estrategias que permitan al sujeto una mejoría de su animación general que indirectamente refuercen la seguridad de sujeto de que realmente dispone de recursos básicos suficientes.

opinion de mayte sobre las personas toxicas



http://www.ayuda-psicologica.info/2009/04/personas-toxicas-como-identificarlas-y.html
fuente:Mayte
y que pasa cuando una persona tóxica te intoxica?? Porque suele ocurrir que este tipo de personas hacen que personas no tóxicas se conviertan en tóxicas...se produce un contagio que te cambia la vida, tus aspiraciones, tus metas, dejan de ser tuyas son simplemente las suyas,vives la vida que ellos quieren que vivas, te intoxican hasta el punto de transformarte en una desconocida. Son grandes manipuladores que crean dependencia...te arrebatan tus principios, tus valores y tu dignidad como persona. Ellos hacen ver que son las victímas de tus "malas acciones", son personas retorcidas que creen que el mundo es una conspiración en su contra, y no te dejan ver que la victíma eres TU. Todo se convierte en un círculo cerrado, si eres "mala" te castiga, entonces comienza tu caida en picado, y justo antes de caer, el te tiende la mano, su "consideración o bondad", hace que olvides que fue el quien te empujó, para pasar a ser "tu salvador", tu único apoyo para poder levantarte.Sin el no eres nadie, dejas de ser tu misma para ser una prolongación de su ser. Navegas a la deriva guiada de su mano...cuesta tanto hacerse con el timón...pero aunque aparentemente no ves la salida siempre la hay, es solo que nos generan tanta dependencia que el camino facil es dejarse llevar porque nos sentimos incapaces de coger ese timón de nuestra propia vida y cambiar de rumbo... Pero todo es posible, es posible si no dejas de buscar esa puerta que está ahí justo delante tuya y que el te impide ver, con sus palabras que son las vendas que tapan tus ojos esa venda a la que yo llamo culpabilidad...si, te sientes culpable de su desgracia, responsable de ella...pero hazte esta pregunta ¿quien es el responsable de la tuya? Solo hay una respuesta posible... EL. Desintoxicarte esta en ti, tu mente puede ser tu mayor aliada o tu mayor enemiga. Rasga esas vendas, no te rindas, sigue buscando la salida. Yo la encontre y he cruzado al otro lado... aquí te espera tu vida, la libertad de elegir la forma de vivirla, es lo único que realmente poseemos las personas, nuestra propia vida no dejes que te impidan vivirla! Ahora mi vida esta en mis manos podré tener aciertos y tambien errores pero soy yo la que fija el rumbo. Soy dueña de mi vida y eso me hace ser más fuerte para eliminar todo lo tóxico que me pueda rodear.

Molestias extraña



http://www.elmundo.es/elmundosalud/2008/12/15/dolordudasypreguntas/1229368903.htmlMolestias extrañas


PREGUNTA.- Me gustaría saber qué significan los síntomas que le describo a continuación: dolores en el muslo derecho (cuádriceps), pecho (cerca del esternón), en los costados (espacios intercostales) y, el que mas me molesta actualmente, en ambas axilas.

Además, a veces también presento molestias en la nuca y en la parte baja de la espalda.

Desde que empezaron, las molestias no han variado mucho. Se limitan a un dolor leve, que actualmente se presenta de manera más intermitente. El dolor más 'raro' es el de los brazos. Es constante y produce la sensación de que me estuvieran estirando un tendón, al mismo tiempo que siento como si me aplicaran cierta presión, (lo mismo sucede con las molestias del pecho).

En las piernas siento una leve puntada que, a veces, se irradia a las rodillas.

Cabe destacar que en ninguna de las zonas afectadas se genera dolor al tocarlas, ni al hacer movimientos o esfuerzos. Tampoco me duele al respirar.

No tengo tos de ningún tipo (soy fumador desde hace unos cinco años, pero no de más de cinco cigarrillos al día. Al notar por primera vez el dolor en el pecho me asusté y en estos últimos meses no he fumado nada, y voy a seguir sin hacerlo). No tengo problemas para dormir y al despertar me siento perfecto.

Sufro una escoliosis leve (nunca me ha generado más que algún dolor de espalda) y hago ejercicio habitualmente (cardio y pesas). No he tenido fiebre, aunque he tenido alguno que otro problema digestivo, pero creo que eso ha sido más por nervios que otra cosa.

Tengo 22 años y nunca había sentido nada similar. La verdad es que la duda me mata. No saber de qué se trata me tiene loco.

Voy al médico y ya me han hecho un electrocardiograma, eco-dopler y prueba de esfuerzo, y mi corazón está perfecto. También me hicieron una radiografía del pecho y no ha salido nada. Los análisis de sangre también dieron resultados normales.

Bueno, eso es todo. Sé que no parece grave y yo intento mentalizarme de que no lo es. Sólo quiero saber qué puede ser (si es que es algo). Tengo en cuenta que puede ser algún tipo de crisis nerviosa o algo de eso, pero me gustaría tener la opinión de alguien más. Los médicos dicen que son síntomas raros y muy diversos, por lo que no pueden dar un diagnóstico aun.

No tomo esteroides, no me drogo, me alimento bastante bien...

RESPUESTA.- Puedes estar seguro de que no es ningún problema médico. Simplemente te observas demasiado. Se trata de un trastorno obsesivo leve y probablemente tiene un componente compulsivo que te impide dejar de hacerlo.

Consejos: prohibido volver a realizarte test y análisis médicos de ningún tipo. Tienes 22 años, sin comportamientos de riesgo y practicando deporte. Los síntomas son leves y no condicionan tu modo de vida salvo la preocupación. Si sigues con este problema busca un psicólogo sensato o un psiquiatra y haz algo de terapia o de análisis de tu comportamiento y de tus dudas actuales.

Javier Marco
Especialista en medicina interna

Queremos tener un hijo, pero mi marido tiene depresión y TOC


http://www.elmundo.es/elmundosalud/2007/01/12/neurocienciadudasypreguntas/1168602259.html
Queremos tener un hijo, pero mi marido tiene depresión y TOC

PREGUNTA.- Mi marido está en tratamiento psiquiátrico desde hace un año por depresión crónica/aguda y trastorno obsesivo compulsivo (TOC) fundamentalmente. Desde hace meses tiene el tratamiento que mejor le ha venido con Topamax (en la actualidad con la dosis definitiva de 200 mg al día) y fluoxetina con 40 mg al día, aparte de Rivotril y Noctamid (1 mg) para dormir.

Estamos intentando tener hijos. ¿Puede afectar esta medicación a la fertilidad? Y sobre todo, ¿puede tener algún tipo de influencia en el feto? ¿es una dolencia hereditaria?

RESPUESTA.- En principio no hay datos sobre problemas de fertilidad con ese tratamiento. Sin embargo, sí que pueden haber existido problemas de disminución de ganas de relaciones sexuales, o de dificultades para el orgasmo, especialmente con la fluoxetina, aunque todos influyen.

No obstante, no se han descrito ni problemas importantes en términos de fertilidad ni de malformaciones por el consumo por el padre. En cualquier caso, hay que pensar que hay una escasez de estudios sobre la influencia en la toma de fármacos por el padre sobre la evolución del feto y el niño.

En conclusión, respecto a la medicación no habría que preocuparse ni por la afectación de la fertilidad (sí que podría influir sobre el desempeño de la función sexual) ni por las consecuencias sobre el feto.

En cuanto a su componente hereditario, y aunque los datos son ambiguos dado que se habla de depresión aguda/crónica (no sé si se trata de una distimia) y de TOC (no sé la importancia de este). Pero en general de todos ellos lo que mayor componente hereditario tiene es el TOC aunque este no es muy alto.

Hay que pensar que lo que se hereda en la enfermedad mental no es tanto la enfermedad en sí misma (como sucede en otros trastornos como la hemofilia) sino la vulnerabilidad a padecer la enfermedad si las circustancias lo propiciasen.

En conclusión, y desde mi perspectiva, el problema que plantea no debería ser un obstáculo en sí mismo para tener hijos, y quizá lo más importante es la posibilidad que con la enfermedad pueda contribuir a su educación o en que modo puede afectarle los cambios en casa y de responsabilidades.

Manuel Franco
Jefe del Servicio de Psiquiatría del Complejo Asistencial de Zamora

TERAPIAS EXPERIMENTALES 10 años con trastorno obsesivo compulsivo


http://www.elmundo.es/elmundosalud/2006/09/14/neurocienciadudasypreguntas/1158244585.html
TERAPIAS EXPERIMENTALES
10 años con trastorno obsesivo compulsivo

Mi hijo Javier de 18 años, padece Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Lo padece desde los 10 años, pues siempre fue un poco inquieto mentalmente y muy bien dotado intelectualmente.

Tras estos largos siete años no ha sido capaz de vencer su obsesión y carece de motivación y metas. Es muy agradable socialmente; de hecho es amable y extrovertido, para suplir la deficiencia de naturalidad que tiene al tratar con la gente que le provoca ansiedad.

Sus estados de ánimo son muy volubles. Tan pronto cree haber vencido su obsesión como puede volverse sumiso y abatido cuando vuelve de la calle, pues como el dice: "soy una copia de mi mismo, ni buena ni mala, las copias son solo eso copias".

Hemos ido a psicólogos y psiquiatras pero ninguna sugestión le ha hecho capaz de vencer su idea y tiene estados depresivos incluso de cólera, y llega a amenazar con el suicidio. Quiere que "busquemos una cura que le devolvuelva su vida".

Actualmente está tomando Concerta 36 mg (1 por la mañana), Altisben 100 mg (1 por la mañana y otra al mediodía) y Risperdal 3 mg (por la noche).

Nuestra consulta viene sobre una terapia llamada TERAPIA MOLECULAR POR VIBRACIÓN ELECTROMAGNÉTICA que trabaja sobre la amígdala y la sensación de miedo como ya saben. ¿Es efectiva? ¿Existe algún centro en España donde lo hagan?

- La terapia a la que haces referencia es un tratamiento experimental cuya utilidad práctica no ha sido demostrada y, por ello, su difusión no ha sido amplia. Su empleo actualmente es mayor en trastornos depresivos, pero como te comento se hace más desde una perspectiva investigadora.

En cuanto a centros que lo aplican hay varios que disponen del aparato en España. Un ejemplo sería los Hospitales Público de Mallorca (Son Dureta y Son Llatzer) que, son de los primeros que lo han aplicado en España, pero insisto en su carácter experimental.

No obstante, y respecto a lo que planteas de tu hijo habría también que valorar los tratamientos psicoterápicos que haya recibido y si su complemento con la medicación le beneficiaría.

Y hay aspectos que no me encajan bien que quizá habría que valorar como es el que lo definías como extrovertido y con dificultades de relación. Me hace pensar que su problema se vincula mucho a contextos determinados y que por tanto, si fuese así la psicoterapia le podría ayudar como complemento al tratamiento que recibe.

DOCTOR MANUEL A. FRANCO
Jefe del Servicio de Psiquiatría
Complejo Asistencial de Zamora

"A pesar de la medicación sus manías no desaparecen"




http://www.elmundo.es/elmundosalud/2006/09/07/neurocienciadudasypreguntas/1157647039.html
TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO
"A pesar de la medicación sus manías no desaparecen"



Mi marido tiene 36 años padece de un trastorno obsesivo compulsivo y se toma ludiomil 75mg, media pastilla por la mañana y media por la tarde. Lleva meses tomándolas hasta llegar a esa dosis y ha encontrado alguna mejoría, pero las manías no desaparecen.

Él es taxista y supongo que el trabajo le provocara bastante ansiedad. He notado de hace tiempo que se siente depresivo, no tiene ilusión y me cuenta que no sabe explicarlo, que es como si no aguantara la rutina de trabajar o algo así.

Me preocupa porque viene a casa siempre como amargado, luego lo voy animando algo pero a mi me está afectando y se me pega la amargura no sé que hacer entre las manías y la depresión.

- La verdad es que los datos que das no permiten dar un consejo o propuesta muy ajustada, pero algo puedo comentar. La dosis que toma no es muy alta, más bien relativamente baja con lo que hay bastante margen de mejoría con el ajuste de medicación.

Por otra parte, los trastornos obsesivo-compulsivos evolucionan de forma prolongada con periodos en los que la ansiedad e inclusó desesperanza se hacen más notables y en los que las obsesiones dominan más la conducta de quien lo padecen. En este sentido, el trastorno obsesivo-compulsivo (aunque depende de la intensidad del mismo y su evolución) con frecuencia requieren un tratamiento muy prolongado.

El tratamiento habitualmente combina psicoterapia con tratamiento psicofarmacológico, llegando en ocasiones éste a requerir dosis bastante altas. No sé quien le hizo el diagnóstico a tu marido y quién le controla la medicación, pero si no lo hizo un psiquiatra mi primer consejo es que acuda al mismo.

Si sí está bajo control de un psiquiatra es bueno que acuda cuanto antes a la revisión para ajustar la dosis porque efectivamente puede estar teniendo un periodo de mayor número de obsesiones en el que convendría un ajuste de medicación que como digo para un trastorno de este tipo está en niveles bajos.

DOCTOR MANUEL A. FRANCO
Jefe del Servicio de Psiquiatría
Complejo Asistencial de Zamora

El mejor centro para tratar el TOC


http://www.elmundo.es/elmundosalud/2006/04/12/neurocienciadudasypreguntas/1144835339.html

El mejor centro para tratar el TOC


Quisiera saber cuál es el centro de España mejor cualificado para hacer una valoración de una persona diagnosticada de trastorno obsesivo compulsivo y cómo acceder a este centeo.

-No hay ningún ránking de centros cualificados por enfermedades o demás. En general, hay centros de prestigio en salud mental por recursos, profesionales y demás, pero como digo no hay ningún ránking que permita responder a esta cuestión, sobre todo respecto a un problema bien conocido en el marco de la salud mental.

DOCTOR MANUEL A. FRANCO
Jefe del Servicio de Psiquiatría
Complejo Asistencial de Zamora

Fobia al fracaso en los estudios


http://www.elmundo.es/elmundosalud/2008/03/06/neurocienciadudasypreguntas/1204829757.html
TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO

Fobia al fracaso en los estudios


PREGUNTA.- Tengo un trastorno obsesivo compulsivo desde los 17 años y ahora tengo 30. Estoy estudiando una carrera que me trae por la calle de la amargura ya que mis síntomas se agudizan cuando me tengo que presentar a un examen.

Si no tuviera que estudiar estaría bastante más relajado, pero el problema es que me quedan ocho asignaturas. Yo me las preparo, pero cuando llegan los cuatro o cinco días previos al examen me entra una ansiedad brutal y pensamientos negativos atroces, me atormento en defeinitiva.

El problema está ahí y la pregunta es: ¿desde el punto de vista de la experiencia psiquiátrica, esto tiene solución? Lo digo para no seguir perdiendo el tiempo con la carrera. Estoy en deventaja con el resto de mis compañeros; ¿sabe si la universidad ayuda a pacientes de este tipo?

RESPUESTA.- La respuesta sobre la solución es que sí. Y no una sino varias, lo que hace falta es encontrar la que se adecua más a tus posibilidades y capacidades.

Evidentemente con este problema tienes cierta desventaja pero se trata de poder afrontar esta situación y una vez que la superes, el problema pasará a otro plano.

Mi consejo inicial es que sigas con ello. Te recomendaría que acudieras a un centro de salud mental que podrían ayudarte con ello, por lo menos aliviarte y seguro que poco a poco lo vas consiguiendo.

En cierta medida por lo que comentas parece como si tuvieras fobia al fracaso, es decir, miedo grande a suspender, de modo que ante ese riesgo te paralizas. Se trata de que superes el miedo y saber que puedes aprobar y lo harás.

Finalmente, en cuanto ayudas de este tipo por parte de las universidades va a depender de la universidad en que te encuentres. Por lo general, en la mayoría de las universidades hay centros de apoyo psicológico, como la de Salamanca que es la que mejor conozco y que pueden ayudarte mucho en problemas como este.

Busca a ver si hay un servicio de atención psicológica en tu universidad para ello. Un saludo.

Manuel Franco
Jefe del Servicio de Psiquiatría del Complejo Asistencial de Zamora

¿Qué son los trastornos de la personalidad?



¿Qué son los trastornos de la personalidad?

Para quienes no tienen ningún trastorno de la personalidad, los rasgos de la personalidad son patrones de pensamiento, reacción y comportamiento que permanecen relativamente constantes y estables a lo largo del tiempo. Las personas que tienen un trastorno de la personalidad exhiben comportamientos de pensamiento y de reacción más rígidos y señales de inadaptación que suelen perturbar su vida personal, profesional y social.
¿Cuáles son los tipos más frecuentes de trastornos de la personalidad?

En general, los trastornos de la personalidad se clasifican en tres subtipos (o grupos) e incluyen los siguientes:

Subtipo


Clasificación

Grupo A:


extraña/excéntrica

Grupo B:


dramática/errática

Grupo C:


ansiosa/inhibida
Ejemplos de trastornos de la personalidad extraña/excéntrica (Grupo A):

* Trastorno de la personalidad paranoica
Las personas que tienen este trastorno suelen ser frías, distantes e incapaces de generar vínculos interpersonales estrechos. A menudo son demasiado desconfiadas de su entorno, pero injustificadamente, generalmente no pueden apreciar su propia función en las situaciones de conflicto y suelen proyectar sus sentimientos de paranoia en forma de enojo hacia los demás.

* Trastorno de la personalidad esquizoide
Las personas que tienen este trastorno suelen ser frías, distantes, introvertidas y tener un gran temor a la intimidad y los vínculos estrechos. Las personas que tienen personalidad esquizoide permanecen tan absortas en sus propios pensamientos y fantasías que se autoexcluyen de los vínculos con la realidad y otras personas.

* Trastorno de la personalidad esquizotípica
Similar al trastorno de la personalidad esquizoide; las personas que tienen este trastorno suelen ser frías, distantes, introvertidas y tener un gran temor a la intimidad y los vínculos estrechos. Sin embargo, las personas que tienen personalidad esquizotípica también presentan trastornos del pensamiento, de la percepción y habilidades ineficaces de comunicación. Muchos síntomas del trastorno de la personalidad esquizotípica se parecen a los de la esquizofrenia, pero son más leves y menos intrusivos.

Ejemplos de trastornos de la personalidad dramática/errática (Grupo B):

* Trastorno de personalidad limítrofe
Las personas que tienen este trastorno presentan inestabilidad en la percepción de sí mismas y tienen dificultad para mantener relaciones estables. Los estados de ánimo también pueden ser inconstantes, pero jamás neutros, y su sentido de la realidad siempre se percibe en "blanco y negro". Las personas que tienen personalidad limítrofe a menudo creen que los cuidados que recibieron durante la infancia fueron insuficientes y, por consiguiente, buscan incesantemente más atención de los demás en su etapa adulta. Esto lo pueden lograr manipulando a los demás, lo cual a menudo los deja sintiéndose vacíos, enojados y abandonados, sensación que puede llevarlos a un comportamiento desesperado e impulsivo.

* Trastorno de la personalidad antisocial
Las personas que tienen este trastorno típicamente no tienen en cuenta los sentimientos, propiedad, autoridad y respeto hacia los demás en busca del propio beneficio. Esto puede incluir acciones violentas o agresivas que afectan o implican a otros individuos, sin un sentimiento de remordimiento ni culpabilidad por sus actos destructores.

* Trastorno de la personalidad narcisista
Las personas que tienen este trastorno presentan sentimientos excesivamente exagerados de autovaloración, grandiosidad y superioridad en relación con los demás. Las personas que tienen personalidad narcisista suelen explotar a las personas que no los admiran y son demasiado sensibles a las críticas, juicios de valor y fracasos.

* Trastorno de la personalidad histriónica
Las personas que tienen este trastorno están demasiado preocupadas por su aspecto, constantemente buscan atención y a menudo se comportan dramáticamente en situaciones que no justifican ese tipo de reacción. Las expresiones emocionales de las personas que tienen personalidad histriónica suelen ser consideradas superficiales y exageradas.

Ejemplos de trastornos de la personalidad ansiosa/inhibida (Grupo C):

* Trastorno de la personalidad dependiente
Las personas que tienen este trastorno dependen excesivamente de los demás para su validación y para la satisfacción de sus necesidades básicas. Además de no ser capaces de cuidar de sí mismas correctamente, a las personas que tienen personalidad dependiente les falta confianza en sí mismos y seguridad, y tienen dificultad para tomar decisiones.

* Trastorno de la personalidad de evitación
Las personas que tienen este trastorno son hipersensibles ante el rechazo y, por lo tanto, evitan las situaciones que pueden generarles conflicto. Esta reacción es impulsada por el temor; sin embargo, las personas que tienen personalidad de evitación se sienten perturbadas por su propio aislamiento social, su retraimiento y su incapacidad de mantener vínculos interpersonales estrechos.

* Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva
Las personas que tienen este trastorno se muestran inflexibles ante el cambio y se molestan si la rutina se ve alterada debido a su obsesión por el orden. Por consiguiente, son ansiosas y tienen dificultad para completar las tareas y tomar decisiones. Las personas que tienen personalidad obsesivo-compulsiva suelen sentirse incómodas en situaciones que están fuera de su control y como consecuencia de ello tienen dificultad para mantener relaciones interpersonales positivas y sanas.

Tratamiento de los trastornos de la personalidad:

El tratamiento específico de cada trastorno de la personalidad será determinado por su médico basándose en lo siguiente:

* Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
* El tipo y severidad de los síntomas.
* Qué tan avanzada está la enfermedad.
* Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
* Sus expectativas para la trayectoria de la enfermedad.
* Su opinión o preferencia.

Los trastornos de la personalidad suelen ser difíciles de tratar y pueden requerir atención a largo plazo para modificar los patrones de comportamiento y de pensamiento inadecuados. El tratamiento puede incluir lo siguiente:

* Medicamentos (aunque se puede abusar de ellos y su eficacia es limitada).

* Tratamiento psicológico (que incluya la participación de la familia).

El rencoroso y el victimismo agresivo. por mucho que haga por ella, siempre le habre robado su mas preciado bien...


http://rsanzcarrera.wordpress.com/2007/07/03/el-rencoroso-y-el-victimismo-agresivo/

Cfr. interrogantes. Net

El rencoroso y el victimismo agresivo
30 dias de comidas de hiel y rencor. en ocasiones una mirada o una accion puede ser tan dañina como una bofetada.amatista





En medicina nos decían que un buen diagnóstico era la clave del éxito del tratamiento. Y al seguir estudiando la clínica de estas “patologías espirituales”, nos encontramos también con un estilo victimista mucho más hostil, que en nombre de las desgracias del pasado o de todo lo que está sufriendo, se arroga una especie de patente de inmunidad con la que justificar su actitud agresiva, o incluso violenta.

Para estas personas, invocar el recuerdo de las desgracias pasadas es como una inmensa caja de caudales sin fondo de donde extraer un flujo inagotable de resentimientos, o incluso de ira, odio y deseo de venganza. Y si alguien les reprocha su actitud, a lo mejor admiten que lo suyo no es muy ejemplar, pero enseguida replica que sus padecimientos pasados le han ganado el derecho a esa leve incorrección, o al menos la disculpan.

Su susceptibilidad les lleva a reaccionar con crispación ante la más mínima crítica. El menor reparo que se ponga a sus acciones es inmediatamente elevado a la consideración de gran ofensa. Enseguida ven malas intenciones en las personas que están a su alrededor y, progresivamente, en todo el mundo. Por doquier intuyen complots y hostilidad. Están persuadidos de ser objeto de desprecios y vejaciones sin tregua ni descanso.

El síndrome del complot suele designar un culpable, y origina dos posibles actitudes. De renuncia y pasividad (para qué hacer nada si una fuerza tan poderosa está tramando tales cosas contra nosotros), o bien de agresividad contra el supuesto culpable.

Lo peor es cuando estos síndromes de persecución se convierten en acusaciones contra los supuestos ofensores, pues suelen ser como el aviso de comienzo de una jugada maestra: acusar de una ofensa —ficticia—, sencillamente para anticipar la que —bien real— pretenden ellos llevar a cabo. A partir de ahí, envuelven su agresión con un manto de candidez: lo único que pretenden es defenderse.



Un apunte último sobre el síndrome del complot: En los casos más extremos, piensan que el mundo entero los sataniza (he ahí la curiosa paradoja del satanizador satanizado) y, aquejados de una sorprendente megalomanía, tienen constantemente presente el pensamiento de la conspiración.

Uno de los peores inconvenientes de todo esto es que la idea de la conspiración es difícilmente refutable, pues resulta muy fácil dar la vuelta a cualquier argumento transformándolo en prueba de la omnipotencia o sutileza de los conspiradores. Además, sentirse víctima de una conspiración es una tentadora y sugerente manera de eludir la crítica, y para algunos supone un curioso consuelo añadido: creerse suficientemente importantes como para que unos malvados pretendan arruinar su vida.

EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO: ¿UN TRASTORNO UNITARIO?


Gemma García-Soriano1, 2, Amparo Belloch1 y Carmen Morillo3
1Universidad de Valencia; 2 Universitat Jaume I (Castellón); 3Departamento de Salud nº 5. Agencia Valenciana de Salud, Valencia

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se caracteriza por la ocurrencia repetida de obsesiones y/o compulsiones que consumen al menos una hora al día, si bien en la práctica, la interferencia y el malestar que genera supera con creces ese tiempo. Aunque desde los inicios de su caracterización se ha considerado como un trastorno unitario, en la práctica clínica se observan grandes diferencias tanto en la forma como en el contenido de los síntomas a través de los cuales se manifiesta en los distintos pacientes. Estas diferencias se traducen, entre otras cosas, en la respuesta a los tratamientos disponibles, en el malestar y la interferencia cotidianos que genera, o en las elevadas tasas de comorbilidad con otros trastornos y, especialmente, con los depresivos. Esta complejidad es cada día más patente en la investigación y en la práctica clínicas, y es por ello que se está dedicando un esfuerzo creciente al estudio de la misma.




El desarrollo de un sistema de subtipos o modalidades de TOC sencillo, fiable, válido, comprensible y significativo, no sólo proporcionaría una descripción más exacta y definida de la psicopatología del trastorno, sino que podría tener además importantes repercusiones tanto para comprender su etiopatogenia (p. ej., búsqueda de causas comunes para la explicación del trastorno, junto a otras más específicas para el desarrollo de una modalidad concreta), como de evaluación y diagnóstico (p. ej., mejores herramientas de evaluación, cribado, diagnóstico precoz, etc.), y terapéutico (p. ej., desarrollo de protocolos de tratamiento específicos y más eficaces.

El acercamiento a la heterogeneidad del TOC se ha realizado a nivel tanto teórico como empírico, y empleando criterios muy diversos (edad de inicio del trastorno, gravedad de los síntomas, etc.). No obstante, la aproximación que hasta la fecha ha resultado más fructífera ha sido la que se ha centrado en los contenidos de las obsesiones y en los de las compulsiones, si bien éstas se supone que están funcionalmente vinculadas a las primeras. A nivel teórico, una de las clasificaciones más utilizadas es la que divide a los pacientes TOC en función de la presencia o ausencia de compulsiones observables (p. ej., rituales de limpieza): "obsesivos con compulsiones manifiestas" y "obsesivos puros". Sin embargo, esta clasificación ha inducido a asimilar cualquier estrategia de afrontamiento de las obsesiones con una modalidad de ellas: la compulsión, que a su vez se asocia a rituales más o menos estables y complejos. Esta identificación no se corresponde con la realidad clínica, puesto que ni todos los pacientes desarrollan rituales, ni éstos son siempre manifiestos u observables.

A nivel empírico, los diferentes trabajos utilizan listados de síntomas evaluados por medio de autoinformes para estudiar las diferentes manifestaciones del TOC. Para ello, se han desarrollado tanto instrumentos de síntomas obsesivo-compulsivos, como de pensamientos intrusivos-obsesivos análogos a las obsesiones (PIO), y se ha empleado tanto población clínica TOC como no clínica. El estudio de los PIO en población general se ha basado únicamente sobre intrusiones obsesivas, excluyendo así a las compulsiones.

Dentro de este enfoque, y empleando el Inventario de Intrusiones Obsesivas Revisado de Purdon y Clark (1993, 1994), Lee y Kwon (2003) han obtenido una estructura de dos factores a partir de la cual han desarrollado un modelo teórico sobre los PIO que extrapolan a las obsesiones clínicas y que, por el momento, cuenta con un aval empírico escaso. Este modelo recuerda a la distinción clásica de obsesiones con y sin compulsiones, pero intenta ir más allá de la mera presencia o ausencia de compulsiones: centrándose en la importancia de los contenidos obsesivos, plantean una explicación sobre los posibles factores cognitivo-conductuales implicados en el desarrollo de los dos tipos de obsesiones a los que denominan "autógenas" y "reactivas".

Hemos realizado varios trabajos sobre este tema mediante un instrumento de diseño propio, el Inventario de Pensamientos Intrusos Obsesivos (INPIOs) (Belloch et al., 2004; Morillo, Belloch, y García-Soriano, 2007). Nuestros datos indican que los diversos contenidos de PIO se agrupan en 6 factores de primer orden: agresivos; sexuales, religiosos, repugnantes, existenciales, y conductas socialmente inadecuadas; simetría y orden; dudas y comprobación; limpieza y contaminación; y superstición. Estos factores se engloban a su vez en una estructura superior de dos factores: en el primero se incluyen los PIO de los factores 1 y 2, y en el segundo los de los 4 restantes. Otros estudios se han centrado en población clínica con TOC y han analizado la presencia tanto de síntomas obsesivos como compulsivos mediante la lista de síntomas de la Escala Yale-Brown de Obsesiones y Compulsiones. Aunque no existe consenso entre los diferentes trabajos, se constata en general la presencia de cinco conjuntos de contenidos obsesivos, de los que tres suelen aparecer con claridad: contaminación/limpieza; simetría/orden; obsesiones religiosas y sexuales. Junto a ellos aparecen otros dos, ya sea como factores únicos o asociados a los anteriores: acumulación, y agresión/ comprobación.

En términos comparativos, por tanto, hay al menos cuatro contenidos de PIO y Obsesiones que surgen de forma consistente, tanto cuando se examina población general como personas con TOC: agresión; sexo/religión; simetría/orden; limpieza/contaminación. En nuestra opinión, el modelo derivado a partir del INPIOs resulta muy interesante y clínicamente significativo porque permite aunar el modelo bifactorial derivado del estudio de los PIO normales, con los multifactoriales obtenidos mediante listados de síntomas obsesivo-compulsivos en población clínica. En todo caso, y aunque el estudio de la heterogeneidad del TOC está todavía en sus inicios, los datos disponibles muestran que el TOC es una psicopatología mucho más compleja y heterogénea de lo que cabía esperar hace tan sólo un par de décadas, lo que indica la necesidad de su investigación dadas las más que probables repercusiones que ello tiene en su comprensión y, como consecuencia, en su diagnóstico y tratamiento adecuados.

Referencias

El estudio original en el que se basa este artículo puede encontrarse en:
García-Soriano, G., Belloch, A. y Morillo, C. (2008). Sobre la heterogeneidad del trastorno obsesivo-compulsivo: una revisión. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 13, 65-84.