Cuando los miedos se convierten en una obsesión para los deportistas de élite


FUENTE:DANIEL MATEO.20MINUTOS

Hace unos días, el futbolista Emmanuel Adebayor abandonó la selección de Togo para siempre. Según el propio futbolista, la causa de tal extrema decisión es la "obsesión" que sufre por los atentados en la Copa de África.

En su caso, la gravedad del asunto ha hecho que se comprenda su inesperada decisión, ya que se muestra afectado psicológicamente. En otros casos, fobias, supersticiones o simples miedos -a veces, sin motivo alguno- hacen que las personas que las sufren vean afectados su vida y su rendimiento. Pero, ¿cómo afectan a un deportista de élite?, ¿tienen solución?, ¿es posible no llegar a ese extremo?

Según señala Alejo García, del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, hay que diferenciar entre las fobias objetivas y subjetivas. "No es lo mismo y hay que diferenciarlas bien", señala Alejo. "Las subjetivas hay que abordarlas, ya que no hay miedo real". Un claro ejemplo de este tipo de miedos es el que sufren algunos deportistas al volar en avión. "Muchas veces, por evitar ese malestar que soportan por esa fobia, lo que generan es mucho cansancio, físico y psicológico", continúa. Es el famoso caso de dos futbolistas: Dennis Bergkamp e Iván Helguera, ambos con miedo a volar. En el caso del primero, los kilómetros que tenía que recorrer en coche o en autobús se le hacían interminables, mientras sus compañeros viajan en avión para jugar los partidos.

Hay que recurrir a un profesional, siempre que la persona quiera

Sin embargo, éstos son ejemplos de fobias subjetivas, que no hay que confundirlas -ni mezclarlas- con las objetivas. "Otro caso, totalmente distinto, es lo que le pasa a Adebayor. Él sí que vivió un hecho real, que le ha afectado psicológicamente", aclara García.

En ambos casos, Alejo recomienda ayuda de los profesionales. "Hay que recurrir a un profesional, siempre que la persona quiera". Más concretamente, "a un psicólogo deportivo especializado en clínica (que abordan problemas personales, trastornos y patologías). Y, por qué no, a un psiquiatra".

Y es que, sean fobias, miedos o simples supersticiones, todo se puede volver más grave de lo que se podría pensar en un principio. No sólo les afecta en su trabajo como deportistas, también en su vida personal. "Te limita, porque terminas evitando esas situaciones". Es lo que Alejo García llama "ansiedad anticipatoria". "Un ejemplo claro: si tienes que volar, los días antes estás estresado a todos los niveles y en todos los aspectos de tu vida".

La prensa, a veces "una losa"

Todo va asociado "a vivencias que haya tenido el deportista, cómo se tomen lo que les cuenten otras personas y, por último, el propio bienestar psicológico en ese momento", cuenta el psicólogo. En cualquier caso, ¿se puede evitar llegar a esa situación extrema? Según Alejo, sí. "Hay que llevar una vida saludable. Una buena alimentación es muy importante, al igual que un buen descanso y una justa auto-exigencia". También hay que hacer hincapié "en los apoyos sociales que tenga el deportista". Precisamente, por su profesión, por estar en la élite, estas personas tienen que soportar, además, la presión medática. "La prensa les puede afectar, sí. Es un tema privado que sale a la luz. Que se hable de ese problema seguramente afecte al deportista. Hasta que se resuelva puede llegar a ser una losa".

Si hablamos de miedos, no hay que olvidar el llamado "miedo al éxito" de los grandes deportistas. ¿Existe? ¿Por qué algunos se vienen abajo en las grandes ocasiones y no dan la talla? Según Alejo, "más que miedo al éxito, es miedo a no poder evitar el fracaso". Para esto también hay remedio. "Existe una motivación al éxito y una motivación a evitar el fracaso. Hay muchos deportistas que se vienen abajo. Existen variables personales -la fortaleza mental de cada uno-, y también habilidades psicológicas, que se pueden tratar: trabajar el estrés, la ansiedad...".

Deportistas con fobias, miedos, temores y supersticiones reconocidas:

- Adebayor: el futbolista de Togo está obsesionado con los atentados sufridos por su selección en la Copa de África. Ha manifestado que no volverá a jugar un partido internacional.

- Iván Helguera y Dennis Bergkamp: ambos jugadores tienen pánico a viajar en avión.

- Serena Williams y Rafa Nadal: los dos tenistas deben dormir con la luz encendida para poder conciliar el sueño.

- Gianni Bugno: el ex ciclista italiano tenía pánico a las bajadas de los puertos.

- Roberto Carlos: el ex jugador del Madrid tiene pavor absoluto a pasar delante de un cementerio.

- Fernando Alonso: el asturiano tiene miedo a las arañas.

- Felipe Massa: el compañero de Alonso en Ferrari es supersticioso y repite calzoncillos en cada Gran Premio.

- Ángel Nieto: el ex piloto de motos también tenía una superstición, el número 13. De ahí el famoso "12 más 1" cuando se habla de sus títulos logrados.

- David Beckham: el futbolista inglés es un maniático del orden.
http://www.20minutos.es/noticia/690447/0/fobias/miedos/deportistas/

¿Qué espera la vida de ti?



¿Qué espera la vida de ti?
Siempre estamos pidiendo a la vida. Pedimos más suerte, más dinero, más bienestar, más salud, más éxito, o menos arrugas, menos kilos, menos problemas. Siempre pidiendo. También pedimos a los demás más cariño, más atención, que nos escuchen, que nos respeten, que nos promocionen en la empresa, que nos paguen más dinero, y así sin cansarnos de pedir y pedir. Lo hacemos casi inconscientemente como si tuviéramos el derecho de pedir todo lo que necesitamos, o todo lo que creemos que necesitamos.

Sin embargo, nunca nos hemos hecho la pregunta a la inversa: ¿Qué nos pide la vida a nosotros? Esta pregunta seguramente nos sorprenderá, porque contiene un mensaje bastante inusual en nuestra sociedad: el mensaje de asumir nuestra responsabilidad para responder adecuadamente ante las circunstancias que nos pone la vida a cada momento. ¿Estamos a la altura? ¿Cómo respondemos ante la petición silenciosa y aparentemente inexistente de la vida? La mayoría de las personas responde con quejas y lamentos constantes, contemplándose a sí mismos como víctimas de las circunstancias y de la mala vida que les ha tocado vivir. Otros simplemente no responden, para ellos no existe la responsabilidad de dirigir correctamente su vida, sólo piensan en procurarse más placer y bienestar, olvidándose de los demás.

Aunque no queramos oirlo, la vida nos está pidiendo siempre algo: a veces es que dejemos de quejarnos y de hacernos las víctimas y empecemos a construir nuestra vida de forma responsable, otras nos pide que aceptemos el sufrimiento y que aprovechemos la oportunidad de crecimiento que nos ofrece, otras veces simplemente nos pide que esperemos.

El reto es estar muy atento a esta petición constante. Darnos cuenta de esto es especialmente importante en los momentos de crisis, en las situaciones en las que nos sintamos desorientados y perdidos, en momentos de dolor y sufrimiento. Víctor Frankl, el famoso psiquiatra superviviente de los campos de concentración nazis, dijo: “En realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino que la vida espere algo de nosotros”. Y siempre la vida espera algo de nosotros, te lo aseguro. Siempre esperará que saquemos lo mejor que tenemos dentro, siempre esperará de nosotros que nos reinventemos, que demos un valiente giro a nuestro destino, que nos superemos a nosotros mismos, que nos desafiemos constantemente, que lleguemos a lugares donde nunca imaginábamos que podríamos llegar.
En última instancia, siempre se nos pide que busquemos el sentido de lo que estamos viviendo en cada instante. Porque incluso en unas condiciones tan inhumanas y terribles como las que sufrieron los prisioneros de los campos nazis, hubo personas que encontraron un sentido a ese sufrimiento aparentemente sin sentido. Por eso, no digas que tu vida no tiene sentido, decir eso debería avergonzarte, teniendo en cuenta en qué condiciones viven millones de personas en nuestro planeta. El problema es que te instales en el victimismo y la desesperación, y no quieras comprometerte a buscar ese sentido. Siempre habrá un sentido, pase lo que pase en tu vida. De hecho, todo lo que te sucede ahora mismo y lo que te ha sucedido en el pasado tiene un sentido más elevado.

Porque como dice Frankl, siempre a todo ser humano le queda una última libertad, que nada ni nadie se la puede arrebatar: la libertad de decidir quién quiere ser –espiritual y mentalmente-, la libertad de decidir qué actitud va a tomar ante las experiencias y situaciones de la vida, porque incluso en las peores circunstancias somos capaces de conservar la dignidad de seguir sintiendo como un ser humano.

Y ahora te pregunto a ti: ¿Qué es lo que espera la vida de ti en este momento? ¿Estás dispuesto/a a estar a la altura de esa petición?
JAVIER CARRIL. Coach. Visita mi web: http://www.zencoaching.es/